lunes, 1 de agosto de 2011

de vuelta!

    Ya han pasado varios meses desde la última vez que abrimos el Baúl de la Princesa, y es que recibí una llamada inesperada que me ha mantenido de viaje por Europa estos últimos meses.

   Ahora ando esperando a la pequeña princesa para contarle nuevas historias, que seguro, le harán soñar con princesas y dragones. 

    Tras ordenar un poco mi hogar, he recuperado esta vieja foto de mi amiga Béatrice, una parisina muy sonriente, que en honor a su nombre, hacía feliz a todo aquél que entraba en su vida. Ya os contaré su historia otro día.

Béatrice en París, broche personalizado.


   Es gratificante volver a casa y sentir que hay alguien esperándote. Gracias!


miércoles, 30 de marzo de 2011

Llegó la Primavera

 Algo me decía que aquél día era especial. El cielo estaba azul y las únicas nubes que se atrevían a asomar en aquella cúpula inmensa parecían dibujar perros, ovejas y hasta la cara de mi tía Cloti. Para colmo, los árboles parecían querer sumarse a aquella fiesta de colores reverdeciendo a medida que me acercaba a ellos a pedaladas y los pájaros, con su trinar desigual, ponían la banda sonora a mi marcha.

Flor
PVP:  7.5 €

Me dirigía a casa de la señorita McArty y el aroma a azahar y a lavanda me hacía mucho más agradable el trayecto. Incluso la gente parecía más simpática saludando con sonrisas a mi paso. No entendía muy bien a qué venía todo aquello pero me gustaba.

Al llegar, pude ver a Clair con un aire diferente, como más elegante o incluso exótica. Había adornado su sobrio"look" de pelo reocogido con una flor. Me quedé mirando sonriente y despistada ante el nuevo detalle y ella pronto me sacó de dudas: "¡Ya llegó la Primavera!, mientras me colocaba a mí otra flor. Al tiempo que ella ponía música en el gramófono, yo sonreía para mis adentros pensando en qué me depararía esta estación que no había hecho más que comenzar...


miércoles, 16 de marzo de 2011

Angie Cubson

Aquella tarde, volvía de la escuela con el morro hasta el suelo, como solía decir mi madre, así que cuando llegué a casa de Clair me puse a realizar las tareas encomendadas sin apenas mediar palabra. La señorita McArty me preguntó una y mil veces que qué me ocurría pero yo, aguantando mi enfado, no abrí la boca  Fue al cabo de un rato cuando entre dientes y con los ojos llenos de lágrimas, musité lo que me ocurría.  

"Los niños del cole se meten conmigo por tener las piernas largas", dije.

Sin mediar ningún comentario, subió al desván sin decir nada y apareció con una foto en blanco y negro y ya amarillenta junto a unas cuantas revistas que en un principio me parecieron de moda y patrones.


Angie Cubson - PVP: 6 €

 "¿Ves a la chica de la portada?", me dijo señalando a una modelo apostada junto a un señor con frac en lo que parecía una fiesta y bajo un titular que decía: ULTIMAS NOTICIAS SOBRE EL ROMANCE DEL PRÍNCIPE Y  LA MODELO. Le respondí que sí aunque en realidad, su cara no me era demasiado conocida. 
 "Es Angie Cubson. eramos buenas amigas en el colegio. Yo siempre la defendía por que los chicos se metían con ella por ser muy alta y tener las piernas largas. Ha pasado el tiempo y ahora ella asiste a las mejores fiestas y los mejores diseñadores se la rifan para que desfile con sus vestidos, sus joyas y tocados. De hecho, hace poco ha desfilado en Mónaco con los tocados de Luciabe. Por eso, mi pequeña amiga, no te preocupes por lo que te digan. Dentro de unos años te convertirás en un bella muchachita y quién sabe si encontrarás a tu príncipe..."

Clair McArty se fue hacia la cocina mientras planificaba mi futuro como princesa mientras yo, por mi parte,  fantaseaba cómo sería si yo, que conocía a Luciabe y todas las del cole jugábamos a desfilar por la pasarela con sus tocados, lograse desfilar por París para ella. Me tiré toda la tarde imitando posturitas junto a Clair y poco me importaban ya los comentarios del colegio. Tan sólo me importaba ya lo que El Baúl de la Princesa me había enseñado aquella tarde: no renuncies a tus sueños.

jueves, 3 de marzo de 2011

El Peregrino


Jonnhy Pilgrim

- "Nos vamos de Peregrinas a Santiago", me soltó la señorita Clair nada más llegar a su casa. Sin poder preguntarle ni qué ni cuándo ni cómo, prosiguió: "he recibido carta del bueno de Johnny Pilgrim, un buen amigo que conocí trabajando para la Associated Press, invitándonos a ir para allá. Yo cubría un reportaje sobre el románico y los paisajes del norte y él peregrinaba hacia Santiago con el petate repleto de ilusiones y esperanzas. Recuerdo que me saludó con un "buen camino, peregrino" y comenzamos a hablar. Se dedicaba a la construcción y bajo la apariencia de tipo serio y rudo, de esos a los que es mejor no faltar al respeto, se hallaba un hombre bonachón y noble, con gran sentido del humor y al que le perdía el chocolate..."

- "¿Y qué le cuenta en la carta señorita Clair?, pregunté sin esconder ya que la curiosidad me podía.

Sin embargo, ella apenas me prestó atención y siguió contándo mientras veía la carta de Johnny Pilgrim:
El Peregrino
PVP: 7 €
- "Por aquellos días, él y su cuñado - su compañero de viaje-, hicieron el Camino en la peor temporada posible y sufrieron los rigores de la climatología del norte de España por los que frío, lluvia y nieve fueron sus compañeros. Apenas había peregrinos a excepción de ellos dos que superaron, además de los problemas del tiempo, una fiebre repentina que a punto estuvo de dejar el equipo en un miembro únicamente"

- "¿Y qué pasó señorita McArty, llegaron o no?", interrogué con ansia.

-"Llegaron. Y se que el bueno de Jonnhy consiguió lo que buscaba y liberó su mochila de todo el peso... Ahora es padre y le sigue encantando el chocolate"  



miércoles, 2 de febrero de 2011

Willa

Aquella tarde, me acurrucaba temerosa bajo la mesa camilla pues afuera, en la calle, caía una tormenta de las que sólo se oían en las radionovelas. Los truenos parecían romper en el mismo techo de la casa. La señorita McArty intuyó mi miedo y socarrona me dijo: 

 ¨"¿No tendrás remilgos por una simple tormenta, verdad, pequeña?" 

Asentí con la cabeza sin mediar palabra y continué mirando a la falda a la que remendaba el bajo. 

Willa
PVP: 5 €
"Recuerdo una tormenta en pleno Ártico. Las olas parecían engullirnos en cada golpe y el cielo se iluminaba cada pocos segundos. Los marineros trataban de sujetar la nave con desigual fortuna. De repente, un bloque de hielo se enfiló hacia nuestra proa y no había tiempo de virar así que Rustov, el capitán, dió orden de abandonar el barco. Sin embargo, de la nada, surgió una ballena blanca que de un golpe de cola, desvió la trayectoria de aquél islote de hielo permitiéndonos continuar el viaje no sin ciertos temores... Hay quien dice que no fue una ballena blanca, quien piensa que otro islote nos salvó, pero yo se que estaba ahí, y que Willa, como así la bautizaron algunos marineros, nos salvó. De hecho, te traeré un dibujo que hice y que tengo en El Baúl de la Princesa para que puedas verla, mi pequeña miedosa..."

martes, 1 de febrero de 2011

Socorrito

Como cada día, tras el cole, llegué corriendo a casa de Clair McArty sólo que esta vez acudía con el ceño fruncido y cara de pocos amigos. No pasó inadvertida mi actitud para la señorita McArty quien no dudó en interesarme por el motivo de mi enfado. 
- "Mañana nos ponen la vacuna en el colegio y no soporto las agujas", argumenté pensando en que bastaría para que me apoyase. 
-"¿Las agujas te dan miedo siendo tan mayor?", me dijo socavando mi orgullo mientras subía al desván. 
Socorrito
PVP: 5 €
- "Esta es Socorrito", dijo mostrándome una foto. "Era una niña más o menos de tu edad, que odiaba las agujas y todo lo que tuviera que ver con médicos. Sin embargo, cuando estalló la Gran Guerra se armó de valor y se alistó como voluntaria en el cuerpo de enfermeras donde destacó por su valor y su buen manejo de,...¿sabes qué?"
- "No", respondí sin perder de vista la foto. 
- "De las agujas, pequeña. Tanto es así, que hasta le dieron una medalla pues salvó a mucha gente. Así que, piénsalo bien: ¿vas a dejar que el miedo a un simple pinchazo pueda contigo?
Y entonces, comprendí que El Baúl de la Princesa, además de historias alucinantes, tenía mucho que enseñarme aún. 

domingo, 23 de enero de 2011

Aquél día, el sol brillaba fuerte y la Señorita Clair y yo decidimos trasladar nuestro centro de costura al patio trasero de la casa. 

Isabella
  PVP: 5 €
-"¿Conoces Italia, princesa?", preguntó Clair. "Hay una región que se llama la Toscana. Allí, casi cada día, sale un sol así de resplandeciente. Yo tengo una buena amiga que vivía por allí. Isabella se llama. Trabajó como modelo en Milán pero con el dinero que ganó, se retiró allí en busca de paz. Nos conocimos cuando yo trabajaba de fotógrafa para algunos diarios. Hicimos buenas migas y como yo iba a trabajar durante el verano en Italia, junto a su novio Piero y unos amigos, se ofreció para enseñarnos Italia. Siempre con su pañuelo al cuello, paseamos por las abarrotadas callejuelas de Roma, navegamos a bordo de una góndola por Venecia y no paramos de comer helados en la plaza de Sienna... Fue un verano apasionante pequeña. Voy a buscar su foto en El Baúl de la Princesa para mostrarte lo estilosa que era. 

- ¿Volvió usted a saber algo más de ella, señorita McArty?, le pregunté.

- "Nos vimos en Nueva York, años más tarde, pero ésa ya es otra historia...", respondió mientras se alejaba por el pasillo de su casa. 

sábado, 22 de enero de 2011

Flor de Loto

Aquella tarde, al ligerísimo ruido del hilo atravesando los pantalones que andábamos zurciendo, se unía la banda sonora del parte radiofónico donde, con pelos y señales, se narraba la coronación del emperador japonés. 
- "Y ahí se puede ver a la princesa Hasu, con su habitual sonrisa y sus ojos azules como el cielo.", dijo el periodista. 
- "Conseguiste tu sueño Hasu...", pareció responder Clair. 
Movida por mi curiosidad, pregunté por esa tal Hasu. 

Flor de Loto
PVP: 5 €
- "Hasu es la mujer del emperador. En un viaje por aquellas tierras orientales la conocí. Era una muchacha de buena presencia, con la cara pálida como si hubiera visto un fantasma y vestida con un kimono azul a juego con esos ojos de los que habla la radio. Su padre era el dueño de la pensión en la que nos quedamos durante nuestra estancia por allí y siempre andaba regañándola pues decía que su hija tenía la cabeza llena de sueños tontos. Como todas las niñas, Hasu, soñaba con ser princesa y al final, lo ha conseguido. Aún guardo sus cartas en El Baúl de la Princesa. Si quieres, luego las releemos y te cuento más cosas"

- "De acuerdo señorita McArty pero, ¿el nombre de Hasu tiene algún significado?
- Flor de Loto, mi pequeña curiosa. Flor de Loto. 

sábado, 1 de enero de 2011



PVP: 4´5  €/u.
Algunos días de aquellos en los que la señorita McArty  y yo fantaseábamos sobre historias y personajes sacados de El Baúl de la Princesa, contábamos con la presencia de dos vecinos suyos que aportaban su peculiar punto de vista a cada relato. Respondían al nombre de Epifanio y Blastolo y eran bastante pintorescos. Uno tenía la cabeza en forma de naranja y siempre andaba afónico mientras que el otro parecía tener siempre catarro y una cabeza en forma de limón. Incluso aseguraría que también estaba un poco amarillo. Los dos andaban siempre enfrascados en discusiones absurdas que no hacían sino añadir una nota de color a cada historieta de Clair.
Yo no dejaba de reir con aquél par de locos que siempre terminaban de la misma forma: camino de su casa discutiendo sin parar.