miércoles, 2 de febrero de 2011

Willa

Aquella tarde, me acurrucaba temerosa bajo la mesa camilla pues afuera, en la calle, caía una tormenta de las que sólo se oían en las radionovelas. Los truenos parecían romper en el mismo techo de la casa. La señorita McArty intuyó mi miedo y socarrona me dijo: 

 ¨"¿No tendrás remilgos por una simple tormenta, verdad, pequeña?" 

Asentí con la cabeza sin mediar palabra y continué mirando a la falda a la que remendaba el bajo. 

Willa
PVP: 5 €
"Recuerdo una tormenta en pleno Ártico. Las olas parecían engullirnos en cada golpe y el cielo se iluminaba cada pocos segundos. Los marineros trataban de sujetar la nave con desigual fortuna. De repente, un bloque de hielo se enfiló hacia nuestra proa y no había tiempo de virar así que Rustov, el capitán, dió orden de abandonar el barco. Sin embargo, de la nada, surgió una ballena blanca que de un golpe de cola, desvió la trayectoria de aquél islote de hielo permitiéndonos continuar el viaje no sin ciertos temores... Hay quien dice que no fue una ballena blanca, quien piensa que otro islote nos salvó, pero yo se que estaba ahí, y que Willa, como así la bautizaron algunos marineros, nos salvó. De hecho, te traeré un dibujo que hice y que tengo en El Baúl de la Princesa para que puedas verla, mi pequeña miedosa..."

martes, 1 de febrero de 2011

Socorrito

Como cada día, tras el cole, llegué corriendo a casa de Clair McArty sólo que esta vez acudía con el ceño fruncido y cara de pocos amigos. No pasó inadvertida mi actitud para la señorita McArty quien no dudó en interesarme por el motivo de mi enfado. 
- "Mañana nos ponen la vacuna en el colegio y no soporto las agujas", argumenté pensando en que bastaría para que me apoyase. 
-"¿Las agujas te dan miedo siendo tan mayor?", me dijo socavando mi orgullo mientras subía al desván. 
Socorrito
PVP: 5 €
- "Esta es Socorrito", dijo mostrándome una foto. "Era una niña más o menos de tu edad, que odiaba las agujas y todo lo que tuviera que ver con médicos. Sin embargo, cuando estalló la Gran Guerra se armó de valor y se alistó como voluntaria en el cuerpo de enfermeras donde destacó por su valor y su buen manejo de,...¿sabes qué?"
- "No", respondí sin perder de vista la foto. 
- "De las agujas, pequeña. Tanto es así, que hasta le dieron una medalla pues salvó a mucha gente. Así que, piénsalo bien: ¿vas a dejar que el miedo a un simple pinchazo pueda contigo?
Y entonces, comprendí que El Baúl de la Princesa, además de historias alucinantes, tenía mucho que enseñarme aún.